La conexión de Malke con lugares emblemáticos como Tepito y Lagunilla, que se convierten en laboratorios humanos para su observación y estudio. La búsqueda del alma recóndita del pueblo a través de su expresión oral, reflejada en versos, cuentos y ensayos. La capacidad de Malke para observar y analizar lo que otros no ven. La nostalgia y la ingenuidad que impregnan el libro, reflejando la tensión entre el lenguaje del barrio y el de los campesinos en la metrópolis. La sabiduría popular que se esconde en el habla popular, que es a la vez filosófica y profunda.
- Un espejo que refleja la realidad del pueblo.
- Un testimonio de la riqueza cultural y lingüística de los barrios y comunidades.
- Una exploración de la identidad y la memoria colectiva.
La prosa es lírica y evocadora, con un ritmo que invita al lector a sumergirse en el mundo de Malke Tartakovski.